El asentamiento precolombino de Edzná abarcó una extensión promedio de 25 km².
A medida que una pequeña comunidad se expandió y se desarrolló, poco antes del inicio de nuestra era, se estableció un gobierno centralizado.
Edzná destacó por la construcción de un eficiente sistema de captación, almacenamiento y desecho de agua pluvial.
Se concentró en la producción, se erigieron imponentes edificios y se ejerció dominio sobre los pueblos circundantes.
Entre los años 400 y 1000 d.C., Edzná se consolidó como una poderosa capital regional en el occidente peninsular. Sin embargo, en los siguientes cuatro siglos, perdió fuerza política y económica hasta su abandono alrededor del año 1450 d.C.
Al igual que en otros sitios del mundo maya, las primeras edificaciones de Edzná fueron revestidas con grandes bloques de caliza, meticulosamente cortados, cubiertos con gruesos aplanados de estuco y pintados con un rojo intenso. Muchas fachadas fueron decoradas con rostros de dioses, animales míticos y símbolos, utilizando estuco modelado, similar al yeso, pintado en diversos colores. Estos elementos se consideran característicos de la arquitectura Petén.
Con el desarrollo del sitio, se introdujeron otros estilos arquitectónicos como Chenes, Puuc y Tardíos. Así, en Edzná, podemos observar una extensa secuencia de construcciones que abarca poco más de 15 siglos.
Sabías que…
Algunos de los cultivos detectados en esta zona son maíz, calabaza, amaranto, nopal, mandioca y chile, cuyo aprovechamiento data de antes de nuestra era.